¿Qué tienen esos ojos? Su profundidad me ahoga, es lo único que alcanzo a ver. ¿De quien son? A veces, me lo pregunto. Esos ojos parecen surgidos de la nada, autómatas, independientes, un ser único y fascinante que me absorbe en el negro de sus iris.
¿Quien eres? Eres tan sólo una desconocida, eres sólo dos ojos. Y sin embargo, a pesar de ser una desconocida, he descubierto tu alma y las vicisitudes de tu mente; también tu locura y aquella extraña inquietud que hace que una parte de ti me haga alejarme. Sé que somos personas muy distintas en cuanto a la forma de ser. Sin embargo, nuestras inquietudes, paradójicamente, se parecen mucho. Y, por supuesto, están tus ojos...que me atrapan, me cautivan, me hacen olvidar todos los inconvenientes y problemas que supones.
¿Qué tendrán esos ojos?
Sólo sé que, cuando se clavan en mí, esa mente loca y compleja parece pararse y las palabras se traban más de lo normal en mi boca. Y eso me frustra...frusta ver como hay un elemento ajeno que parece bloquear mis pensamientos y volcar todo mi ser en una extraña impotencia. Y lo más frustrante de todo es no saber qué significa...pues no parece encajar con nada similar a lo vivido anteriormente. No es porque sea complejo y lleno de recoquecos. Todo lo contrario, parece carecer de elementos fundamentales de todo lo descriptible; y son precisamente esos vacíos los que me confunden, pues no completa ninguna idea en concreto. Es la extraña unión de conceptos incompletos que forman un sentimiento único que no había experimentado anteriormente...como si el vacío y la indiferencia luchasen contra los sentimientos y las emociones en una encarnizada guerra por el territorio.
Escalofriante.
Hasta ahora, sólo he llegado a una conclusión: y es que una parte de mí la ama, una parte de mí la teme, una parte de mí se fascina y otra parte simplemente no siente. No obstante, ante sus ojos, no hay cabida para la duda; pues no hay duda porque no hay vida y no hay vida porque todo flota. Su tensión es insoportable y, aunque suene a tópico, los segundos se transforman en horas y el tiempo en su reloj parece detenerse. Y es aún más insoportable al no saber cómo reaccionar, cómo aguantar ese pozo en el que me ahogo; esos ojos siempre adornados con una línea negra al más puro estilo de los góticos...acompañados de una ropa fascinante y una hermosa cabellera rizada...del color turbio del azabache.
¿Qué tendrán esos ojos?