lunes, 26 de marzo de 2012

Nocturna




Otra noche más la vuelta a casa.
De nuevo la losa de los pasos vacíos.
Otra vez las esquinas y los rastrojos
de las sombras desgranadas
y los silencios más turbios.

Los hombros encogidos, las manos cerradas.
(¿Sabría contar todas las melancolías
que se iluminan siempre con los semáforos?;
esas melancolías de los suspiros herméticos
que se cruzan con pensamientos nocturnos).

Siempre la mirada hacia ninguna parte,
parte escondida
en lo que siempre se siente ausente.

De nuevo la triste puerta de casa;
dentro aguarda la cueva fría
donde espera el vaso de las lágrimas sueltas.
¿También hoy habré ido dejando
el mismo rastro de tinta
y el mismo manchar las aceras
con mi sangre más sincera?

Tras de mí, las huellas inconfundibles
de los versos arrojados,
arrugados, sucios, despreciados;
los versos que tarde o temprano
se van confundiendo con los ojos cerrados
y las ideas mal pensadas
del nuevo amanecer de engaños renovados.

1 comentario:

  1. De nuevo una atmósfera bien construida y muy evocadora, felicidades.

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